Xenogears (Reseña)
¡Qué tal mis estimados lectores! ¿Cómo se encuentran? Lo prometido es deuda y heme aquí escribiendo su reseña del mes de Marzo; no sin antes un pequeño interludio sobre mi acontecer en los últimos días. Fortuitamente todo va saliendo muy bien, recién la semana pasada cancele otra tarjeta y ya nada más me queda una deuda, que pese a ser bastante considerable, está planeada para terminar de pagarse en la primer semana de Julio; esto ha sido un gran alivio para mí.
Como les comenté anteriormente, estructuré mi plan de pagos desde Septiembre del pasado año y es muy grato ver después del esfuerzo y los pequeños sacrificios que he hecho el avance con la misma e incluso empezar desde ahora a planear qué seguirá después, cuando por fin después de casi 4 años vuelva a ser una persona libre de deudas.
En lo personal he estado bastante tranquilo, casi no había visto a mis amigos hasta este fin de semana que, como manda la tradición, fuimos a La Mole. Quizá una de las más grandes convenciones de cómic aquí en México, tomamos bastantes fotos con las cosplayers y pasamos un grato rato en el evento además de que al finalizar pudimos seguir con la tradición de irnos a alcoholizar.
Por otra parte no he avanzado mucho con mi otro proyecto; hay veces que quiero escribir pero no puedo pues verdaderamente ocupo mis horas de trabajo muertas para esto y escribir en casa es un poco complicado pues videojuegos. Tengo una lluvia de ideas y las voy estructurando en mi mente pero últimamente me ha costado más trabajo poderlas escribir. No tengo una fecha para cuándo acabar pero al menos me propuse a terminar antes de que termine el año; empiezo a preocuparme.
También ya se aproxima el Festival Medieval y quizá en mi próxima reseña les estaré contando cómo me fué. Habrán de saber, eso sí, que este festival es el evento que más espero en todo el año y afortunadamente varios de mis amigos podrán asistir para convivir alrededor de la fogata.
Sin más y como habrán leído en el título me toca escribirles de Xenogears, ya para el próximo mes estará colgada aquí la reseña de Nier: Automata.
Also sprach Zarathustra
Oh, Xenogears. Querido. A la fecha creo considerarme fan de las obras de Takahashi e incluso aquí en el blog pueden leer sobre Xenoblade Chronicles y Xenoblade Chronicles 2, y en Universo Nintendo pueden leer la reseña de mi favorito, Xenoblade Chronicles X. Pero, ¿Cómo me puedo decir fan de Takahashi si sólo he jugado menos de la mitad de su obra? Lo sé, en espera aún está Xenosaga y mucho tiempo después jugué Xenogears, incluso después de todos los Xenoblade.
Mi historia con Gears es algo accidentada; recuerdo que hace casi 12 años fue cuando adquirí mi PSP y como podrán suponer una de las primeras cosas que hice fue modificarlo para poder correr copias de mis juegos o de algunos otros descargados de internet para probarlos, así fue como jugué Final Fantasy VII. Mi primer contacto con Gears fue extraño pues recuerdo que el juego no me agradó del todo por sus mecánicas en batalla pero la música que pude oír y algunos eventos aún los recordaba después de 12 años. Había hecho contacto con el Zohar y a su vez no podía entenderle debido a mi raquítico inglés. Tiempo después, y hace aproximadamente 2 administraciones, en muchas pláticas sobre RPG salió a colación Gears; que si esto, que si aquello. Pero el juego en sí mismo seguía sin cautivarme o llamarme.
No sé qué fue primero, si el huevo o la gallina. Antes de jugarlo, mucho había leído tanto de Gears como de Saga debido a que parte de mi natural es arruinarme algunas sorpresas y a cierta curiosidad que esas platicas y los eventos en los Blade me ocasionaron. No puedo determinar si primero fue mi interés por el monolito de 2001: Odisea al Espacio o bien mi interés por el Zohar de los juegos. En algún punto se tornó en una pequeña obsesión hasta que la pude mitigar leyendo la tetralogía de Odisea Espacial escrita por Clarke.
¿Que qué tiene que ver Clarke en todo esto? Sabrán que Takahashi ha inspirado gran parte de los Xeno en la obra de Clarke. Que si el monolito como factor de la evolución humana, que si el Zohar se encontró en África haciendo el símil a TMA-0 que fue encontrado en el mismo continente en Odisea Tres y muchos otros paralelismos, como las entidades que están más allá del monolito en ambas obras o las cualidades que tanto monolito como Zohar comparten.
Después de terminar con la tetralogía, y de coronarla como una de las tres obras de ficción que más me han gustado junto a la trilogía de Fundación y Sueñan los Androides con Ovejas Eléctricas, mi sed por seguir sabiendo del monolito no terminó, así que me dispuse a jugarlo. Cabe aclarar que originalmente quería jugarlo en el PS VITA, incluso lo compré en digital, pero al no poder tomar capturas de pantalla, para el blog, lo terminé jugando en la computadora aprovechando que el control del PS4 se puede configurar de manera inalámbrica.
Die fröhliche Wissenschaft
Oh, Xenogears. Querido, regresé a dónde todo empezó. En el blog pocas reseñas hay de juegos pasados (al momento de escribir) y habrán de entender que escribirles de un título del 98 es algo complicado para mí. El blog ha ido creciendo y madurando en esta década y salvo por sus contadas excepciones pocas veces me he detenido para mirar atrás y disfrutar de las grandes obras.
Gears es muy peculiar pues la gran mayoría de las personas que conozco y que lo ha jugado realmente lo aman, por otro lado hay quienes ni lo conocen y en internet hay quienes detestan el segundo disco. En lo personal, y carente de un poco de panorama y referencias de aquella época en la que salió, trataré de hablar lo más objetivamente posible sobre él, aunque ya para el final de este escrito sé que terminaré divagando y cavilando de lo brillante que resulta.
No sé si fue culpa del filtro que usé en el emulador, simulando ser líneas de escaneo, o si es que en verdad el juego ha envejecido bastante bien el pasar de estas dos décadas, pero quedé gratamente sorprendido por cómo luce. Entenderán que mis referencias son Final Fantasy VII y Chrono Cross, salidos en Japón un año antes y un año después, respectivamente.
Después de analizarlo bastante creo que lo mucho que me gustó es debido a que el juego es casi en su totalidad 3D. FFVII y CC son títulos en donde los personajes están hechos a base de polígonos, los cuales recorren bellos escenarios pre renderizados, o sea pues: monitos 3D sobre escenarios 2D. En Gears es al revés.
Los escenarios que hay en el juego son bastante bonitos, con detalles suficientes para que puedan mostrarse en la pantalla y que la consola no ande a tirones. En cada pueblo y en cada calabozo podremos disfrutar de una variedad considerable de escenarios los cuales a su vez podremos examinar a detalle con la vista (casi) cenital y en gloriosos 360 grados, para no ocultar ningún detalle. Mi pega aquí fueron dos cosas.
En ocasiones tendremos que estar ajustando la cámara en el mejor ángulo pues, como cabe esperar, la misma no se mueve de forma automática y en ocasiones algunos puntos quedan obstruidos por los escenarios en 3D. Obviamente en esta época no había cámaras inteligentes que evitan obstáculos o que se acercan o alejan a discreción para evitar ser obstruidas. A esto tendremos que añadir que el juego fue diseñado para un mando que no tenía palancas análogas; movernos por escenarios 3D con flechas direccionales se me hizo algo complicado. Entiendo la época y a su vez las limitantes tecnológicas, sólo comento esto pues en verdad me costó un poco de trabajo al principio, realmente soy alguien que creció con los análogos en mundos 3D. Pero también estamos en el tercer milenio, solucioné este problema al configurar mi mando para poder usar los análogos al jugar. Quejas de un millennial, quizá.
El diseño de personajes en 2D es bastante grato aunque tal vez un poco falto de detalles, esto comparándolo obviamente con Chrono Trigger ya que pese a tener más movimientos y ángulos, a mi parecer pudieron meter más detalles; algunas escenas se quedan un tanto cortas en la transmisión de sentimientos por lo mismo y creo pudieron hacer un poco más en este aspecto.
Algo interesante también es que en el juego hay algunos segmentos un tanto plataformeros; de hecho en las ciudades podremos explorar libremente e incluso andar brincando por tejados o muros para descubrir algún cofre y en los calabozos será esta mecánica vital para poder explorar. Eso sí, en algunos puntos se torna bastante tedioso y molesto; no sé si culpar a los ángulos de cámara por la dificultad con estas sosas mecánicas o bien a mi pobre habilidad en los juegos de plataforma pero vaya que fue bastante molesto para mí tener que andar brincando, ajustando cámara y tener que volver a repetir por no caer en el lugar correcto.
Los menús en el juegos son un tanto minimalistas pero cumplen muy bien su función, describen los objetos y son bastante accesibles pues carecen de complicación alguna, el único problema que me afectó es que en muchas ocasiones mi TOC me obliga a organizar todo de cierta manera y en el juego no logré descubrir manera alguna de acomodarlos.
Los mapas los podemos dividir en 3 tipos diferentes: las ciudades y/o calabozos, el mapa del mundo y unos pequeños escenarios que sirven para movernos entre ciudades que son muy grandes, estos últimos me recordaron un tanto a la vista de Sumaru City de Persona 2 debido a que veremos varios puntos a los que podremos ir, dentro de la ciudad, y unos íconos de color que nos indican por dónde entrar. En el mapa del mundo podremos girar también la cámara 360 grados y confieso que lo sentí un tanto reducido, no por su extensión sino más bien por los puntos que hay para explorar.
Get in the fucking robot, Shinji
El sistema de batalla en un principio no me gustó, tal vez porque no le entendí pero ya ahora más añejado en este vicio pudé ver ciertas similitudes con Chrono Cross. Terminé amándolo. Nuestros personajes en batalla, hasta 3, están regidos por un sistema de turnos los cuales se rigen con base en la velocidad tanto de los personajes como de los oponentes.
Aquí los ataques físicos están divididos en 3 y asignados en botones diferentes; hay uno débil, uno medio y uno fuerte con una puntería inversamente proporcional al daño que pueden ocasionar. A su vez cada uno consume una cantidad de AP que va de 1 a 3 y nuestra barra de AP podrá llegar hasta las 7 unidades, así que habrá que moderarse bien en cuanto al uso. Lo brillante de Gears es que implementa un sistema de combos en los ataques.
Según se vaya expandiendo la barra de AP podemos usar más ataques, pero no siempre atacaremos sólo con ataques débiles. De forma natural iremos experimentando con diferentes combinaciones y el juego nos irá desbloqueando los deathblows, ataques que resultan de una combinación específica de botones y con un devastador final para el enemigo. Los deathblows los iremos aprendiendo de forma natural aunque para ellos hay que hacer un par de veces dicha combinación, sin saberla, para al final desbloquearla.
Por lo demás en batalla resulta una tanto normal. Tenemos una barra de maná para usar habilidades basadas en ether o traducido en coloquial RPG, la barra para soltar magias. Y podremos usar ítems a conveniencia propia para recuperar vida o curar algún estado alterado. Ah, y también podremos usar una gigantesco robot y aniquilar todo.
La mecánica con los Gears es muy similar a la mecánica sólo con los personajes. Tenemos un sistema de carga con el cual podremos desencadenar deathblows más letales y lo chistoso es que hay veces que nos enfrentaremos en batallas contra enemigos del tamaño de nuestro robot o de vez en cuando se nos atravesará un enemigo que en persona nos podría dar batalla pero a bordo de nuestro Gear será ridiculizado de un solo golpe. Otra mecánica que se agrega dentro de los Gears es la del consumo de gasolina pues cada que usemos un ataque iremos consumiendo combustible y en lugar de estar limitados por el AP aquí tendremos que cuidarnos de no acabar con el preciado líquido.
Realmente los Gears sirven únicamente para empoderar al jugador ya que todas las mecánicas se mantienen igual tanto a pie como a bordo del robot. ¿Es malo esto? Para nada; no siempre tendremos el Gear o no siempre podremos andar a pie; además. ¿A quién no le gusta la idea de mechas gigantes pateando traseros?
The Beginning and the End
A manera de breviario cabe mencionar que en un principio, y en palabras de Takahashi, Gears fue conceptualizado como Chrono Trigger 2 y ya conforme más se fue dando la libertad de escribir el juego tomó otro rumbo hasta hacerse de identidad propia como Xenogears. Además de que Takahashi tuvo también su participación en Trigger como director gráfico.
¿Cuántas veces he mencionado a Chrono Trigger/Cross? No sólo en esta reseña sino también en el blog. Son básicamente mis arquetipos de RPG y ambos pueden ser vistos como una dualidad, aunque para muchos Cross no fue una secuela digna. Quizá porque gran parte de los miembros originales de Trigger no regresaron para Cross y pese a esto el juego mantiene 2 constantes. 2 constantes que han ido refinando mi gusto por cómo se narra una historia y las melodías que lo acompañan.
Estoy hablando de Masato Kato y Yasunori Mitsuda. Kato por su lado es un escritor de escenarios independiente pero que en los 90 trabajó en muchos proyectos de Square. En Trigger, Cross e incluso en FFVII fue el encargado de escribir el guión de dichos juegos con base en la historia ideada por el director que cada juego hubo de tener. Para Gears retomó el mismo papel de escribir el guión y de cierta manera podemos encontrar reverberaciones de sus ideas y forma de narrar historias entre cada uno de los juegos que arriba menciono.
Mitsuda por su cuenta creo que no necesita más referencias. Este genio ha sido el encargado de componer o si no al menos de dirigir o supervisar las fantásticas bandas sonoras de juegos como: Trigger, Cross, Xenogears, Xenoblade Chronicles y Xenoblade Chronicles 2. El trabajo que presenta en Gears es francamente hermoso pero por cuestiones sentimentales y derechos de antigüedad he de admitir que seguiré prefiriendo sus trabajos en Trigger y Cross.
No sin demeritar sus bellas composiciones en Gears y destacando temas como: Desert City Dazil, Grahf -Ruler of Darkness-, The Thames -Men of the Sea-, Blazing Knights y varias, varias más en el juego. Cada tema está cargado de todas esas emociones que el juego no nos transmite de manera visual pero que sí lo logra de forma auditiva. Para mí el único que desentona es el de Grahf, que pese a ser bastante épico lo sentí un tanto fuera de lugar en el juego.
Me acerco a las 4 cuartillas y aún tengo ganas de seguir escribiendo. ¿Me acompañan? De ser así vayan por un café y prendan un cigarrillo, viene lo mejor.
I Am Alpha and Omega, The Beginning and the End, The First and the Last…
Esta parte es la que siempre más se me complica; es casi como un bloqueo de escritor. Justo como pasa con mi otro proyecto. Trataré de hilar todo de forma coherente.
El juego comienza de forma extraña; no hay más. En una grata animación japonesa vemos como una nave en el espacio sufre de lo que parece ser un averió para después enterarnos de que algo en la nave ha tomado el control de la misma y estan proximos a estrellarse en el planeta por el cual pasaban sin posibilidad de hacer algo. La nave se estrella en el planeta y al final vemos salir a una bella mujer de entre los escombros.
¿Es Gears un juego Sci-Fi? No. Al menos en un principio. Después de este acelerado opening vemos como Fei, nuestro protagonista, está pintando apaciblemente un cuadro en su casa; contrastandolo con el opening es un giro total de 180 grados. Un giro muy grato. Fei llegó a esta rural villa hace cerca de 3 años, fue traído a la misma por un misterioso enmascarado y en la actualidad de lo único que tiene memoria es de los últimos aconteceres de estos tres años.
En este periodo ha logrado simpatizar con los habitantes a los cuales ayuda con pequeñas tareas sin mucho preocuparse por su evidente amnesia. Al poco tiempo de iniciar el juego la historia empieza a acelerarse rápidamente pues en una noche un conflicto entre dos facciones llega al pueblo. Una parte persigue a un grupo que ha logrado de hacerse de un Gear y entre peleas de robots y disparos sin cesar la villa es tomada por la llamas. Es aquí cuando Fei tiene la oportunidad de hacer algo y decide subirse al Gear para defender al pueblo.
¿Cliché? No. Si esperan que Fei salve al pueblo y viva desorbitantes aventuras a bordo de él están muy equivocados (No tanto). Controlar un Gear es algo que toma tiempo y misteriosamente Fei logra hacerlo de buena forma en un principio, pero llega la tragedia. Uno de sus amigos es alcanzado por las balas cruzadas. Aquí es cuando Fei se enoja en verdad y a él acuden misteriosos flashbacks, de la nada el Gear comienza a brillar y casi toda la villa, junto con sus habitantes, desaparece.
Al despertar no recuerda nada, pero los pocos sobrevivientes sí que lo recuerdan y lo obligan a abandonar la villa. Exiliado, Fei encuentra en un bosque cercano a una bella chica con quien logra simpatizar y ayuda a pasar la noche en la naturaleza. Elly. En un principio se identifica como una forastera y pese a mostrarse un tanto reacia en un primer momento a entablar comunicación con Fei termina cediendo para poder salir del espeso bosque.
Entonces ¿De qué va el juego? En un principio la trama se centra en un conflicto entre dos naciones diferentes. Tenemos a la típica sociedad que está por arriba de todos, incluso se habla de ellos como una sociedad que está por arriba de todos y es que literalmente se encuentran apartados de la escoria, mientras que la escoria es casi todo el mapa del mundo. Aquí nos enteramos de la búsqueda de los Gears y su vital importancia pues son estos robots reliquias de una antigua civilización.
Entre los habitantes de “abajo” se libra un conflicto político y un tanto religioso por el dominio del mundo mientras que los de arriba usan a todos los demás como mano de obra para su constante crecimiento. Adentrados en la historia nos enteramos de los métodos bastantes crueles con los cuales los de “abajo” son secuestrados y enlistados como esclavos. Una verdadera distopía.
La historia de esta distopía es realmente interesante y aborda temas que recuerdo haber abordado en mi introducción a Filosofía en la carrera, además de temas más escabrosos como el canibalismo o la sucesión de un trono, el dominio del clero con una cultura de ignorancia para con sus seguidores y más.
A la par Fei lleva una lucha propia, una lucha por saber quién es y de dónde vienen estos misteriosos flashbacks. Sin ánimos de arruinar el desarrollo de Fei, considero que es quizá uno de los personajes mejor desarrollados en la historia de todos los juegos que he jugado.
Su pequeño universo es muy joven, y su dios es un niño. Pero es demasiado pronto para juzgarlos.
Fei crece como personaje de manera sorprendente ya para la conclusión del juego y a través del mismo lo podemos ver como un personaje con bastantes conflictos, con un accidentado pasado, con miedo y temor de asumir la realidad. Y no es el único. Todos los personajes que a lo largo del juego se nos unirán tienen en mayor o menor medida conflictos similares, destacando claramente a Elly, lo que permite abrazarlos y entenderlos. No son personajes que llegaremos a admirar de forma platónica como en varios otros juegos sino que son personajes con los cuales logramos identificarnos y hallar en ellos un paralelismo con el día a día. ¿Me estoy proyectando? Quizá.
En todo este escrito les he puesto alusiones a Nietzsche, si están familiarizados con el trabajo de Takahashi y son un poco avispados podrán haberse percatado previamente de que gran parte de su obra toma prestadas algunas ideas de Nietzsche. Sin ir más allá uno de los antagonistas del juego lo primero que nos propone es matar a Dios. Zaratustra ¿Alguién?
Sé que la frase, y en sí la misma obra, de Nietzsche ha sido abordada en varios juegos de diferentes formas; sin ir más lejos, Nocturne hace exactamente lo mismo. Y no sólo el hecho de matar a Dios, literalmente, sino que todo ese camino de desarrollo humano, el simbolismo y representaciones que se le puedan dar a la frase. Temas como el eterno retorno se hacen presentes de forma más metafórica en las verdaderas identidades de Fei y Elly y con ese pulcro final el juego culmina no sólo como resultado de la inspiración de Odisea Espacial sino que no mezcla de manera poco sutil con el cuento de Zaratustra.
Por todo esto, y más, pongo a Xenogears en mis “4 Grandes” junto con Dragon Quest XI, Shin Megami Tensei Nocturne y Chrono Trigger. Lo siento mis 3 Xenoblade, saben que me encantan y entre los 3 se discutían esta posición. Pero ha llegado algo más grande y en verdad mejor realizado. Sin tantas ataduras como ustedes.
En ese eterno retorno en donde cada evento habrá de repetirse de forma infinita e incansable y en donde cada pensamiento, sentimiento e idea fue, es y será concebido, Takahashi recae en narrarnos siempre la misma historia. ¿Esta mal? Quizá sólo el superhombre podrá responder a esa pregunta si ve a Takahashi como un manifiesto de Zaratustra.
Me despido.
“S”
Felicidades, terminar Xenogears por primera vez es una experiencia totalmente única e inigualable. Honor a quien honor merece
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