The Legend of Zelda: Link's Awakening (Switch)
¡Qué tal estimados lectores! Les quedé mal con mi promesa en la pasada reseña pues según yo escribiría las dos reseñas en una semana. Varias cosas se me interpusieron en el camino pues tenía que dejar todo listo en el trabajo, se me atravesaron mis vacaciones y la salida de Dragon Quest XI S me impidieron escribir por aquí.
Fueron 11 días de estar lejos de la oficina y los primeros los pasé en Temixco. Tenía rato sin salir de esa forma y pese a que no me emborraché como quería, porque sueño, fue una experiencia bastante grata. Los demás días fueron de estar en casa dándole a DQ XI S y a One Piece. Hoy, escribiendo esto, me doy cuenta de que verdaderamente hay un vacío en mí.
Después de 4 meses y de aventarme maratones un poco enfermos para poder ponerme al corriente con One Piece ahora me encuentro esperando el siguiente capítulo tanto del manga como del anime, ya no hallo qué hacer en el trabajo y en verdad me resulta bastante extraño. Fueron 4 meses en donde todo podía girar en torno a One Piece por la cantidad absurda de contenido que consumía al día. Ya no más.
En fin, the show must go on. Hay reseñas que escribir y juegos por jugar.
Koholint Island
Saben que mi relación con The Legend of Zelda no es tan longeva como con muchos de ustedes, incluso puedo decir que me incorporé a la saga ya un poco tarde. Los títulos que he jugado me han gustado muchísimo pero tampoco es de las primeras sagas que se me vengan a la mente al hablar de mis Tops y así, salvo cuando hablamos del Switch concretamente.
Lo que sí, recuerdo que en esa época bella dorada cuando el Game Boy Color estaba de moda mi primo y yo teníamos nuestras respectivas consolas. Mi primer contacto con la saga fue con un Oracle of Ages, si la memoria no me falla, que mi primo tenía y que poco pudimos avanzar o jugar de él pues la barrera del idioma y la edad nos frenaron.
Quizá por esa incomprensible experiencia en aquel entonces es que me mantuve alejado de la saga hasta el NDS, pero esa ya es otra historia. Mi primera experiencia con Awakening fue hasta su versión de la Consola Virtual para el 3DS. Recuerdo haber jugado bastante del juego pero, casi como no es costumbre mía, terminé por dejarlo en la lista de pendientes.
No fue hasta principio de este año que volví a sentir interés por él; y es que ¿cómo no hacerlo? Después de esa épica Nintendo Direct de la que les hablé en Astral Chain otro de los títulos anunciados fue Link’s Awakening para la Switch. El título de verdad que atrapa con su apartado visual y a lo largo de todos estos años varios amigos me han platicado la mucha estima que le tienen al juego.
No se diga más y sólo agreguemos un poco del Efecto Switch, heme aquí escribiendo la reseña.
No sé, por mi edad títulos como Ocarina o Majora’s los tuve que haber jugado en sus versiones originales pero por haber crecido con un PSO no fue hasta sus remakes para el 3DS que los jugué. Para Awakening no tengo el mismo pretexto pues saben que crecí con un GBC (Atomic Purple) y ya me quemé de que lo jugué un tanto en 3DS.
Quizá sea mi destino jugar los primeros títulos hasta que tengan un remake en consolas actuales, aunque admito que he disfrutado mucho Final Fantasy Adventure en la Switch y quizá sobreviva y toleré jugar TLoZ: ALttP en el servicio digital de la misma, o sea pues, no es lastre el apartado visual.
Awakening para la Switch me cautivó desde el primer momento en que lo ví. El juego se ve realmente increíble en la consola y no deja de sorprenderme cómo es que hicieron una transición tan buena del original 2D al actual 3D. Con Ocarina y Majora’s no es tan notable esto ya que básicamente son ports en alta definición, pero Awakening es totalmente un juego nuevo.
Si bien es cierto que es un tanto parecido a A Link Between Worlds por su perspectiva isométrica el juego usa todos los recursos de la Switch para verse todavía mejor. Gráficamente el estilo es muy simpático pues todos los diseños, pese a no ser muy complejos, tienen una magia muy característica de la saga y no pierden la esencia de lo que fueron en 2D.
Recorrer la pequeña Isla Koholint es un deleite como pocos, si bien es minúsculo en comparación con el bégimo de Breath of the Wild, Koholint tiene su magia y esencia propia. Bien dicen que el diablo está en los detalles y Awakening hace un brillante uso de esto en las animaciones de cada uno de los habitantes de esta pintoresca isla; además, cada casita o calabozo está provista de un sinfín de pequeños detalles.
Disfruté tanto como en BotW hablar con cada habitante, acercarme a cada animalito, jugar cada minijuego y explorar toda la isla. Podé hasta el último arbusto y traté de encontrar hasta la última caracola, aunque en esto último fallé. Además el juego tiene un efecto visual que me recordó muchísimo a 3D Dot Game Heroes, mi “primer” Zelda, y es que en el perímetro de la pantalla hay un efecto de desenfoque, lo que hace que ciertas capturas y escenarios luzcan hermosos.
En este punto me he de detener para hablar de algo que vi en varias reseñas. Mucho se le ha tirado al juego por sus FPS, que si bien el juego logra correr la mayor parte del tiempo a 60 hay situaciones que le hacen dar tirones y lo bajan a 30. Últimamente me he puesto algo “picky” en este tema; quizá mi ojo se esté acostumbrando más a los 60 y por eso es que con mayor frecuencia lo noto.
En la practica. El juego corre fluido y no hay nada que entorpezca o ralentice la experiencia. Las situaciones en donde la bajada de frames ocurren son muy puntuales y esporádicas y en lo personal no consideraba poner esto aquí pues realmente no lo noté, pero es necesario defender este punto desde una visión más casual y menos técnica.
Después de BotW, regresar a un Zelda tan clásico para mí fue un tanto complicado, consideren que empecé con Phantom Hourglass, realmente estoy poco familiarizado con los “8 calabazos”. Las mecánicas en el juego sí se sienten algo viejas y es evidente que el juego estaba diseñado para portátiles de aquel entonces pues bastaron 2 sentadas para acabarlo.
Para empezar el juego es harto lineal y bastante secuencial. Empezamos en una pequeña playa en donde se nos regresa nuestra espada y se nos permite explorar. La limitante será el mismo mapa que cuenta con evidentes bloqueos y para los cuales necesitaremos de alguna habilidad o artilugio para poder avanzar. ¿Cómo los conseguiremos? Avanzando por donde el mapa nos irá guiando de manera poco sutil.
En el camino nos enfrentaremos a diversas criaturas que habitan la Isla Koholint, conoceremos a divertidos isleños que nos contaran alguna disparatada historia o que entre líneas nos dirán por dónde seguir. Koholint sólo tiene 2 pequeñas poblaciones y a la segunda accederemos ya bien entrados en la historia pero esto no es impedimento para volver en repetidas ocasiones a la primera.
Ya sea por necesidades de la historia o por querer ayudar algún aldeano, la villa Mabe se vuelve casi casi nuestro cuartel general. Además de que aquí es donde se encuentran los principales minijuegos: el de pesca y la grúa. De aquí se nos dirigirá al primer calabozo, conseguiremos el artilugio o habilidad para poder avanzar y una vez acabado en esencia será repetir la fórmula 8 veces.
Pese a lo repetitivo que suena, lo interesante aquí es lo bien diseñados que están los calabozos. No son largos ni tediosos, Water Temple Ocarina, son breves pero eso no les quita lo ingenioso que resultan. Teóricamente es mi primer Zelda 2D, pues ALBW implementan mecánicas en 3D que en la vieja era quizá no se hubieran logrado, y me dio una vibra muy de Golden Sun, les explico.
Algo que me sigue fascinando a la fecha de Golden Sun, y en los RPG en general, es lo creativo y complejos que pueden llegar a ser en sus calabozos. De niño eran rompederos de cabeza sazonados con la incapacidad de no entender en ese entonces la lengua de Shakespeare y pasaba horas probando diferentes cosas. Aún recuerdo con bastante cariño el puzle final de The Broken Seal y las 5 estatuas.
Menciono esto porque me sentí exactamente igual al jugar Awakening que cuando jugué por primera vez Golden Sun, Todos los calabozos son diferentes entre sí, y no bastará con sólo activar un interruptor para seguir adelante. Tendremos que caminar entre habitaciones, activar poleas, saltar obstáculos regresar a una habitación después de haber realizado algo más en otra y más.
Todo para finalizar con la típica batalla contra el jefe del calabozo. Las batallas son creativas y requieren de habilidad, en un principio me parecieron bastante fáciles pero 2 o 3 de ellas estuvieron a punto de hacer que tirará la Switch por la ventana.
Otro paralelismo que hice con Golden Sun fue la Trading Sequence. En el título de GBA era una misión bastante divertida que consistía en empezar a hablar con cierto animalito el cual nos daría un objeto que otro animalito más adelante necesitaría, y así sucesivamente para desbloquear una de las invocaciones más fuertes.
Por lo general todos los RPG implementan algo así pero, siendo conscientes de lo antiguo que es el título original, no sé si en Awakening fue la primer Trading Sequence y al ser Golden Sun el primer RPG que jugué no pude no ver ese guiño. La Trading Sequence de Awakening involucra animalitos, personajes y hasta a una sirena.
Esta secuencia de misiones nos obliga a explorar, a regresar a ciertas locaciones, a hablar y a indagar bien con los personajes lo cual sirve de mucho para romper con esa linealidad. Además de que en verdad es bastante divertida y disparatada. Me gustara pensar que quizá Golden Sun le deba mucho a Awakening, y quizá los RPG en general, aunque no esté escrito por ninguna parte.
El juego también tiene varios coleccionables y no están de más los mejoramientos a los equipos y la búsqueda de las piezas de corazón. Lo que termina por romper la fórmula de exploración, calabozo, herramienta nueva y a repetir.
El juego en algunos aspectos es bastante críptico; lo sé, ya en el tercer milenio nos dicen concretamente qué hacer, con quién ir o a qué parte del mapa acudir para avanzar en la historia y por esto es que estoy muy acostumbrado a que me lleven de la mano, pero Awakening rayaba en cosas bastante abstractas para mí, como en dónde pegarle a cierta armadura saltarina.
Subsanado esto, el juego implementa un simpático sistema para guiarnos y es que en todo Koholint habrá esparcidos una serie de teléfonos con los cuales nos podremos comunicar con el anciano de villa Mabe para que nos dé alguna pista. Aún así, odiare toda mi vida a esa maldita armadura.
A la mano siempre tendremos nuestra espada y escudo y tendremos la oportunidad de asignar dos botones para las herramientas que encontremos en el camino. Recuerdo que en la versión original era algo engorroso tener que estar yendo al menú para cambiar de utensilio y creo que fue una de las cosas que me hizo dejarlo.
También algo genial es que el mapa nos permite poner marcadores como en BotW, así si encontramos un punto de interés al que no podamos acceder nos será más fácil recordar en dónde se ubica. Son varias las comodidades que se implementaron en esta versión y que sirven para mejorar muchísimo al título original sin romper lo que era.
The Wind Fish
Awakening fue para mí una experiencia única y al nivel de Majora’s Mask, mi favorito en cuanto historia. Y es que el juego es muy parecido a MM; lo sé, es al revés pero entiendan en qué orden lo jugué.
Para empezar el juego comienza con un gran infortunio, nuestro héroe se encontraba navegando cuando es sorprendido por una tormenta en medio del mar. Su embarcación termina siendo destruida por la tormenta y amanece en una extraña playa, Marin será quien lo despierta al verlo cual náufrago desorientado y así la aventura comienza.
Conforme Link se va familiarizando con los habitantes de Koholint se entera de que en la cima de la montaña más alta de la isla se encuentra un misterioso huevo en donde se dice descansa el Wind Fish. Además, de camino a Mabe un misterioso búho lo detiene para decirle que si desea abandonar la isla será necesario recolectar los 8 instrumentos que tocan la melodía que servirá para despertar a este misterioso pez.
A lo largo de su travesía, Link se encontrará en repetidas ocasiones con este búho ya que él será el encargado de contarnos un poco de la historia de la isla además de que le proporciona al héroe algunas pistas para poder continuar su aventura.
La historia se empieza a tornar un poco más oscura hacia la mitad del juego ya que los jefes empiezan a decirnos algo un tanto alarmante al momento de derrotarlos y es que si el Wind Fish despierta… disfruten Awakening. Dudo que como yo alguien haya llegado hasta esta fecha sin saber el secreto de Koholint, pero quizá haya alguien que sí.
El set del juego me agradó bastante y es que en verdad resulta grato dejar de lado a Hyrule y empezar un periplo que a gusto personal la sentí bastante íntima. Aquí no seremos un conocido héroe, nuestra misión no será salvar a la princesa ni detener a Ganon, es más, ni Master Sword hay y quizá nadie sabrá de esta historia. Pese a dejar los “cánones” de la saga no deja de ser una historia bastante similar o que conserva las tradiciones de la misma.
Esto mismo pasa en MM en donde dejamos de lado a Hyrule para ir a ayudar al País de las Maravillas, perdón, el pueblo de Termina. Quizá MM y Awakening sean los Zelda más extraños en la franquicia pero para ser sinceros, creo que por lo mismo son los que más he disfrutado por su historia.
No basta con el extraño set ya que hasta en los personajes hay ciertas similitudes. Si bien aquí no hay aliens, dekus o gorons, los habitantes de Koholint resultan igual de exóticos, hay un cocodrilo que come comida de perro, una señora que tiene una Chain Chomp por mascota, un viejillo que nos ayudará vía telefónica pero que se apena de hablar con nosotros en persona.
Además hablar con ellos resulta un tanto raro, no sé describirlo, pero es extraño; si bien no rompen la cuarta pared parece que hacen guiños obvios al juego y a la trama. ¡Vayan y hablen con los niños que juegan a la pelota!
Sin lugar a dudas Link’s Awakening es un título bastante recomendado. Un tanto clásico y conservador en cuanto a sus mecánicas, pero en cuanto a la historia tiran los pilares que sustentan la tradición de Zelda y se van por algo más personal. La versión de Switch es sencillamente bella y con bastantes mejoras y comodidades pero para ser sincero creo que Awakening se disfruta muchísimo más por su historia, ahí tienen la versión de la Consola Virtual.
Me permití no hablar de la música para poner arriba un pequeño vídeo y que puedan maravillarse en persona.
Me despido.
“S”
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