Dragon Quest Builders (Reseña/Opinión)


¡Qué tal mis estimados 3 lectores! Sí, no sé qué es lo que me pasa en estos momentos que arduo y tendido les estoy escribiendo de forma más continua aquí en el blog. ¿Cómo han estado? He de confesar que hice una pausa en Strange Journey, pues después de haber entrado a Eridanus y mapeado el primer piso quedé bastante fastidiado; no lo dejaré pues la historia de Alex es bastante interesante pero sí necesito hacer una pequeña pausa.

Le he dado más duro a Splatoon con mis amigos, realmente estaba entrando cómo el cuarto lugar para completar el equipo en los Splafest y en el Salmon Run pero la última semana sirvió para despertar en mí un interés más profundo, cómo pasaba con MH4U; también en esta pausa de SJR por fin acabé Dragon Quest Builders, del juego que les hablaré hoy, y he empezado a jugar Muv-Luv por fin. Digo esto por que apoyé el Kickstarter desde hace dos años y fue un vaivén emocional el recorrido para poderlo tener en el VITA, así qué creo que eventualmente les escribiré también de él.
En lo personal... en lo personal ya ni sé qué escribirles, las cosas en el trabajo parece que menguaron y ya no hay amenaza de perderlo y de hecho hasta posibilidades hay de qué me cambien a una sucursal que siempre he querido con el horario qué siempre he querido. No sé si fue obra de R'hllor, Emrakul o de la deidad en la que crean pero tampoco me hago ilusiones, no cantaré victoria hasta ya tener la base aquí. (Si de hecho les estoy escribiendo desde la sucursal)

Por otro lado, tampoco cantaré victoria antes de tiempo, pero al parecer tendré dos ingresos adicionales y fuertes por estas fechas lo que facilitará el mitigar mi enorme deuda; en fin, no sé qué pasará pero espero que sea lo mejor para ya estar menos estresado y ansioso.
Ahora sí, a darle que es mole de olla.

Reconstruyendo Alefgard

Tengo intención de que esto sea una amigable charla y espero no extenderme demasiado, pero ya me conocen.

Bien, cómo sabrán me considero fan de la saga Dragon Quest pese a qué no he jugado la trilogía original pero por aquí en la Amala encontraran reseñas del IV, V, VI y IX si no mal recuerdo; además de que previamente ya había jugado el VIII y posteriormente Dragon Quest Heroes, dejando pendientes el VII en el 3DS (Vaya que sí, es pesado el juego) y también dejando en la lista de espera a Dragon Quest Heroes II (Pese a,lo mucho que me gustó el I).

En un principio realmente no quería comprar Builders pues al ver como era a mi mente acudieron esos horribles recuerdos de mi primer experiencia con Minecraft y el hecho de ver un Minecraft con skin de Dragon Quest me resultaba incluso repulsivo; caso contrario a lo que pasó con Heroes pues ya había jugado Hyrule Warriors y la experiencia fue totalmente divertida y grata.
Total que lo dejé pasar cuando nos llego aquí a América para el PS4 y el PSV pese a todos las reseñas que leí en donde le aventaban flores. Llegó la versión para el Switch y algo en mí comenzó a inclinarse más a comprarlo; si tienen Switch entenderán pues pese a tener las otras consolas en las que ya había salido verlo en Switch mueve ciertas fibras, lo denominaremos "El Efecto Switch" para futuras entradas. Y el culpable de que lo terminara comprando fue un estimado amigo; mismo con el cual juego Splatoon por las noches.

Y ahora sí ¿De qué va Builders? No sé si fue por el auge de Minecraft que Square Enix decidió copiar en cierta forma la fórmula para hacerse de una rebanada del pastel y qué mejor si lo mezclaba con la saga más longeva y exitosa de RPG en Japón.

Recuerdo que uno de los factores que me hizo dimitir de Minecraft fue la ausencia de algo realmente qué hacer mas que construir; sé que el juego ahora ya tiene historia u objetivos y hasta un modo multijugador pero en mi primer contacto era un sandbox sin metas claras y con el único objetivo de construir cosas.

Builders sí es esto, realmente podemos ponernos a obtener recursos y construir sin parar lo que se nos ocurra pero hay algo más, algo mágico y que toma de la saga original y logra amalgamarlo de manera sublime y es una historia; que si bien no es nada del otro mundo es bastante divertida, sencilla y con ese sentido del humor que ha estado presente desde un principio en todos los Dragon Quest.
Como guiño para los fans más antiguos de la saga, Builders puede ser visto como una historia alternativa a lo ocurrido en el primer Dragon Quest; aquel en donde el Héroe debía enfrentarse al Dragonlord pero en el punto decisivo de la historia, cuándo el Héroe debe de escoger si tomar la mitad del mundo ofrecida por el Dragonlord o bien enfrentarlo decide hacerse con la mitad del mundo.

Cómo podrán suponer todo fue un engaño del villano más reconocido de la saga y después de la decisión tomada por el Héroe, Alefgard cae en la ruina y se queda sin héroes; de hecho el Dragonlord se encarga de desaparecer la capacidad para construir de la gente y por lo mismo cada una de las regiones queda devastada y sin oportunidad de recuperarse.

En el juego asumiremos el papel del Constructor, no de un héroe como frecuentemente nos lo recordará la diosa Rubiss e incluso varios personajes del juego, y nuestra misión será reconstruir Alefgard.

Para lograr esta misión dispondremos de un martillo al principio con el cual golpe a golpe iremos destruyendo el mapa para obtener materiales y poder construir nuevas cosas, aclaro, no todo es destruir para construir pues como todo buen RPG en el mundo también estarán las huestes del temible Dragonlord esparcidas en cada rincón y de paso nos tendremos que enfrentar a ellas, lo bueno es que también nos darán materiales para seguir construyendo.
En un principio nuestro recetario será muy limitado: armaduras de piel, martillos de madera y armas de piedra pero conforme vayamos obteniendo nuevos materiales se irán desbloqueando nuevas y mejores piezas y como pasa con el martillo, objetos que nos permitirán obtener materiales más raros y seguir extendiendo nuestro recetario.

A su vez a los pueblos irán llegando nuevos NPC que nos darán misiones de recolección de materiales o bien de construcción de cuartos muy concretos. Esto he de admitir que me gustó mucho; si bien en un principio cada mapa tiene un lugar al cual podemos considerar como el pueblo no se nos especifica de qué forma debemos construirlo así que tenemos plena libertad de hacer cuartos, forjas y cocinas a nuestro gusto o según nuestro entendimiento y sentido común arquitectónico.

Pero los NPC nos ofrecen planos de cuartos concretos, con un número de elementos y ciertas disposiciones concretas para lograrlos; esto con el fin tanto de cumplir la misión como el de subir el nivel de cada pueblo. Conforme avanza la historia de cada capítulo, el juego está dividido en cuatro capítulos, obtendremos unos portales que nos permitirán visitar algunas otras regiones para seguir ayudando a los NPC y de paso recolectar nuevos materiales o algunos exclusivos de cada zona. 

De cierta forma el juego es muy repetitivo pues, como mencioné arriba, el juego esta compuesto de 4 capítulos y todos siguen la misma estructura: para poder avanzar en la historia habrá misiones concretas en las que deberemos de enfrentarnos a hordas que atacan directamente nuestro pueblo y al final será el ataque de un gran enemigo. Además de que tendremos que subir hasta cierto nivel la apariencia de nuestro pueblo también para poder proceder.
Cada pueblo esta dentro de una región y de manera secuencial en cada capítulo iremos obteniendo los portales que nos transportan a otras sub regiones mediante una misión principal; en si la formula es la misma a lo largo de los cuatro capítulos y puede sonar repetitiva y que siempre haremos lo mismo; no les mentiré pues efectivamente así es pero hay dos factores que considero importantes y que apaciguan esto. 

Por un lado al empezar cada capítulo empezaremos desde cero pues todos los recursos del capítulo anterior ya no estarán disponibles por justificación de la historia; la verdad el paso del primer capítulo al segundo fue el que más resentí pues mucho trabajo es estar obteniendo los materiales y herramientas más raras para que al final desaparezcan. Pero a su vez resultó enviciante, pues el siguiente capítulo es en una región nueva, con recursos diferentes, objetivos diferentes y armas, objetos y cosas por crear muy diferentes al del anterior.

Y por otro lado esta la historia de cada región y los objetivos por hacer; cada capítulo es una mirada al estado actual de Alefgard y cada región tiene sus necesidades muy particulares y hasta como en todo Dragon Quest, acentos y modismos muy particulares y divertidos.

Además en cada capítulo tendremos una raras visiones al momento de dormir, visiones que recuerdan a cierto Héroe, ¡pero esperen! nosotros no somos el héroe de este juego.
El sistema de batalla es muy básico ya que la acción se limita a atacar con un solo botón y apretarlo hasta lograr eliminar al enemigo, en este sentido es muy básico y lo que irá variando es la fuerza de nuestros golpes según el arma que traigamos equipada o bien el daño recibido según nuestra armadura.

Un punto que me gustaría destacar es que además de nuestra clásica barra de vida también tendremos una barra de stamina o hambre y que de quedar vacía empezaremos a recibir daño, así que será necesario salir bien preparado para la aventura no solo con armas sino también con comida.

Si al punto de arriba le agregamos que también nuestras armas y martillos se irán desgastando y eventualmente se destruirán por el uso no puedo evitar hacer mención de que me dio un aire muy parecido a lo que viví con Breath of the Wild, no bastará con salir bien equipado sino que hay que cuidar nuestra salud y rezar para que en nuestra exploración no nos vayamos a quedar sin armas o, como me llegó al pasar, al momento de encontrar rubíes o una mina de oro al primer martillazo quedarnos sin el mismo y tener que emprender el largo viaje de regreso.

Cada capítulo también cuenta con un jefe al final y lo divertido aquí es que cada uno deberá de ser eliminado de manera muy particular con objetos forjados a lo largo del capítulo y que sirven para sacarnos de la monotonía de solo estar apretando el botón de ataque, además de que los sinvergüenzas atacan directamente nuestro pueblo y pueden llegar a ocasionar daños realmente severos. Nada que no podamos reconstruir pero si es frustrante ver como un Golem arrasa con tu creación, lo que lo vuelve hasta más personal.
Por si fuera poco además de esto en cada capítulo habrá ciertos ítems y accesorios especiales bien escondidos los cuales nos darán algún añadido a nuestra resistencia o ataque e incluso servirán para evitar algún estado dañino y al finalizar cada capítulo también obtendremos una serie de retos especiales por cumplir que servirán para desbloquear recetas para Terra Incognita.

De Terra Incognita poco les puedo hablar puesto que es un apartado especial en el juego en el que tendremos total libertad de creación sin objetivos ni nada mayor por hacer, muy a la Minecraft y que por lo mismo no toqué.

Ya para finalizar, la música es la típica de un Dragon Quest pues Sugiyama mismo es quien compuso para el juego y las reverberancias a los juegos clásicos es inconfundible, además de que por ahí del capítulo 3 si son lo suficientemente curiosos podrán desbloquear cierta receta para crear un harpa que hace que la música suene igual que en la época del NES.

El juego realmente se ve bien, y no con esas horribles texturas de Minecraft y ofrece contendido a borbotones ya sea si buscan construir y construir con un aspecto de juego de 8 bits o bien lo que buscan una historia sencilla, divertida y casual, pero que no por eso se hace aburrida o repetitiva, pues al final de cuentas estamos hablando de un Dragon Quest hecho y derecho.
Además al final del juego la historia da un giro bastante grato, no les puedo ocultar quién será el enemigo final pero sí les puedo decir que pese a no ser un héroe y solo tener la capacidad de construir, podemos construir un final bastante sorprendente.

El juego se los recomiendo a todos y es que la verdad poco esperaba de él y hasta llegué a creer que terminaría dejándolo pero entre la historia y el contenido terminó fascinándome; y es que cuando no esperas nada de un juego y termina dándote muchísimo contenido y realmente sorprendiéndote tanto por la historia como por el qué hacer es cuando un juego se vuelve realmente bueno.

Me despido.

"S"

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